Entre el arribo del Toto Salvio, la posible llegada (o no) de Daniel Alves y el anuncio del juego por el trofeo Joan Gamper, los universitarios afrontan su primera tarea del torneo fuera de casa, en el último lugar donde nos quedamos sin la posibilidad de levantar la octava.

El partido ante León ha representado, para mí en lo personal, momentos de tensión y alegría, a la altura de un Derby (con sus debidas proporciones), pues se trata de enfrentar al equipo de mi ciudad y, con ello, a gran parte de los aficionados que habitan en ella.

Por otro lado, la historia reciente lo vuelve un duelo atractivo para la mayoría de la afición, pues la final del Apertura 2020 pintaba para ser el fin de la sequía, y la cancha del Nou Camp vio una dolorosa caída de la primera generación del “Lillinismo”. Ahora bien, seguimos en esta época de redescubrimiento y con la fe intacta; la llegada de los refuerzos, el primer partido del torneo y las noticias de esta semana, nos mantiene con nuevos bríos, al grado de restar un poco de importancia a este encuentro, sin dejar de exigir que los resultados en la cancha y en el marcador comiencen a notarse.

Además de la final perdida, los antecedentes recientes también nos arrojan buenos recuerdos, como la última visita, hace apenas unos meses, en el momento más oscuro del Apertura 2021 y previo al resurgir del equipo auriazul, que le permitiría alcanzar instancias irreales en aquel entonces.

El rival de ahora, ya no es aquel de hace casi dos años; Ambriz busca en Toluca emular lo conseguido con los verdes, incluso llevándose a varios de aquellos autores para conseguirlo. Actualmente, el León pasa por un momento de transición igual que Pumas, algo más complejo, pues incluye al nuevo entrenador, Renato Paiva. La liga continúa, la espera entre partido y partido se siente aún larga como en todo inicio de campeonato. La incógnita por ver los primeros minutos de Salvio este sábado, hacen algo más tediosa la espera, pero hay que aprender a disfrutarla, y apreciar cada instante de esta nueva época, de este sueño, del que no sabremos cuándo despertaremos, o si alguna vez lo haremos.

LA ÚLTIMA VISITA AL BAJÍO

Corría la décimo cuarta jornada del Apertura 2021; Pumas acababa de conseguir apenas su segundo triunfo del torneo unos días atrás ante Juárez, cuando se presentaba la difícil posibilidad de ampliar la racha ante un León que, pese al cambio de DT en ese entonces, no había dejado de presentarse como un rival de cuidado, tal y como lo hicieron con Ambriz al frente.

El duelo fue bravo, como siempre lo han sido los juegos entre León y Pumas desde que los primeros regresaron a primera hace una década, al grado de que nunca han existido empates entre ambos desde entonces (jugando en el Nou Camp). Pumas tomó ventaja cerca de finalizar el PT, Juan Ignacio Dinenno se presentó en medio del área para cerrar la pinza tras el servicio de Saucedo desde la derecha, el ánimo se encendió en las tribunas que vieron a varios de nosotros apoyando a la visita.

Sin embargo, cerca del cuarto de hora del ST, una jugada de carambola y que, en principio, dejaba dudas de su legalidad, vio a Víctor Dávila igualar el encuentro y, con ello, revivir los fantasmas de los duelos pasados, donde Pumas siempre se ponía al frente y caía catastróficamente sobre el final.

El encuentro se mantendría con peligro en ambas áreas, sobre todo en la de Talavera, pero el destino tenía contemplado un final emocionante en los terrenos de Cota. Se jugaban los minutos finales, cuando Dinneno soltó una asistencia a Marco García, quien gallardamente pisaba apenas la raya del área grande, cuando soltó el bombazo de zurda que hizo cimbrar el coloso del Blvd. López Mateos.

La fanaticada azul y oro nos entregamos al canterano, que se encontraba en pleno resurgir tras un martirio de lesiones y con ese gol dejaba en claro que estaba de regreso para buscar hacer historia con nuestro club.

Curiosamente, entre el bombardeo de noticias que emocionan y hacen latir el corazón como hace mucho no lo hacía (escuche AQUÍ el último episodio de AGDG para estar al tanto), tendremos este encuentro ante León como apenas un momento de “calma”, ante todo lo que se viene en próximos días; si es con tres puntos bajo el brazo, la euforia regresará inmediatamente el sábado a las 9 de la noche.